Tras el brillo de tus ojos se oculto la luna, con un beso tu boca se convirtió en sol.
Me vi envuelto en tu piel morena, como otras tantas veces me envolvió la noche oscura.
La tibieza del mar, la tibieza de tu cuerpo y de nuevo tus besos, tus abrazos.
Cada grano de arena envidiaba mi suerte.
La brisa marina nos acariciaba mientras nos acariciábamos.
Tu belleza fue mi amanecer, no hizo falta ningún sol que iluminara mi camino, solo tu compañía.
El mar las olas, marea de sensaciones que entre tu mano y mi mano olvidaban el frió.
Y los segundos pasaban, segundos que se fueron como vinieron "..........."
.......
Ahuyentaste mi soledad con tu movimiento de caderas, gracias.
No hizo falta soñarte, lo que contigo viví fue un sueño. . .